La vigilancia fitosanitaria se ha convertido en uno de los pilares fundamentales en la protección agrícola porque busca detectar de manera oportuna y eficiente la presencia de nuevas plagas dentro del territorio nacional para evitar su establecimiento y diseminación, y mantener bajo control las ya presentes.
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria –Senasa es responsable de ejecutar esta vigilancia, que comprende un conjunto de actividades, tales como la prospección, evaluación, monitoreo y otros procedimientos, a través de los cuales la información con respecto a ocurrencia o ausencia de plagas es tomada para la actualización y/o nuevo registro en la base de datos de la autoridad sanitaria.
Como parte de la vigilancia, los especialistas realizan el monitoreo de plagas cuarentenarias de importancia económica, la identificación y detección de plagas en cultivos de predios seleccionados en cada región del Perú, el registro, análisis y evaluación de información fitosanitaria con el fin de estimar el riesgo de una plaga que puede ingresar y la atención de denuncias de ocurrencias de plagas para identificar el agente causante y tomar las medidas correspondientes.
La notificación de ocurrencia de plagas es uno de los medios que utiliza el Sistema de Vigilancia Fitosanitaria para obtener información sobre el ingreso de plagas cuarentenarias y exóticas al Perú. La participación de los agricultores y entidades locales, como parte del sistema, es decisiva para el funcionamiento correcto de esta actividad, siendo ellos precisamente los encargados de notificar todo nuevo problema fitosanitario que se presente en sus campos. Por lo tanto, para el Senasa los agricultores constituyen miembros activos de la sanidad vegetal del país.
Tras la verificación de ocurrencia de plagas, el especialista envía una muestra a la Unidad del Centro de Diagnóstico de Sanidad Vegetal (UCDSV), para su respectivo análisis.
En la región Cusco se evalúan diversos cultivos, destacando la papa, haba, maíz, quinua, tomate, durazno y palta.
