Trescientas veinte mil aves serán vacunadas en Ica para prevenir enfermedad de Newcastle

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El Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, inició la campaña preventiva de vacunación de aves de crianza familiar y de combate en la región Ica, con el objetivo de prevenir brotes de la enfermedad de Newcastle, uno de los patógenos de mayor importancia social y económica en la industria avícola.

Diariamente, los vacunadores visitan los predios de crianza familiar para aplicar la medida  en catorce distritos de la provincia de Ica; iniciaron con Ocucaje y Santiago, posteriormente se trasladarán a los demás distritos, y las provincias Pisco, Chincha, Palpa y Nasca.

Por esta razón, el Senasa invoca a los productores a otorgar las facilidades de acceso al personal autorizado por la institución, quienes tienen como meta vacunar a 320 mil aves hasta fines de año.

La vacunación a las aves es gratuita y permite a los criadores obtener el Certificado Oficial de Vacunación contra la enfermedad de Newcastle, documento indispensable para que las aves puedan participar en eventos gallísticos programados en todo el territorio nacional.

La medida sanitaria comprende la aplicación de dos tipos de vacuna: una aplicada a través de gotas por vía ocular (vacuna viva) y otro por vía subcutánea (vacuna inactivada) en aves a partir de un día de nacido.

El Senasa exhorta a los criadores a realizar la limpieza general de corrales, evitar el hacinamiento, propiciar el adecuado flujo de aire e implementar comederos adecuados para la crianza.

La enfermedad

Es altamente contagiosa y mortal, afecta a especies de aves domésticas, silvestres y sobre todo a las de corral. Los síntomas que presentan los animales enfermos son depresión, falta de apetito, signos respiratorios, diarrea de aspecto verdoso, signos nerviosos y posteriormente muerte en aves no vacunadas.

El Senasa recomienda cumplir con las estrictas medidas de bioseguridad, entre ellas que las personas deben cambiarse de ropa y zapatos al ingresar al corral, deben entrar al predio únicamente aves sanas, vacunadas contra la enfermedad de Newcastle, y además evitar el contacto con aves enfermas y sus propietarios.

Ante la sospecha de la presencia de la enfermedad en sus predios, los criadores deben informar inmediatamente a la oficina más cercana del Senasa.