Con el fin de proteger la crianza de cerdos en la región Junín ante la Peste Porcina Clásica (PPC), el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, vacunó a 27 mil 720 cerdos durante los primeros 7 meses del año, alcanzando el 58% de la meta trazada para este año.
Esta acción preventiva se desarrolla en los predios que pertenecen a medianos y pequeños productores de porcinos ubicados en las nueve (9) provincias de Junín, donde el mayor número de porcinos vacunados se encuentra en la provincia de Huancayo con 7 mil 497, Jauja con 6 mil 74, Chanchamayo con 4 mil 958, Tarma con 3 mil 112, Satipo con mil 952, Concepción con mil 822, Junín con mil 252, Chupaca con 985 y Yauli con 48.
La campaña de vacunación inició en el mes de enero y continuará hasta fin de año para cubrir la meta trazada que asciende a 47 mil 520 porcinos, en acción ejecutada por médicos veterinarios de la práctica privada supervisados por el Senasa.
Senasa reforzó las acciones de prevención mediante la capacitación de 643 personas entre productores, comerciantes, autoridades locales y personas involucradas en la cadena de comercio de la carne de cerdo, en temas de prevención y control de la Peste Porcina Clásica.
La vacunación es de carácter obligatorio para todos los productores de porcinos, tras la cual recibirán el Certificado Oficial de Vacunación, requisito para gestionar el Certificado Sanitario de Tránsito Interno para la movilización de animales.
Asimismo, la autoridad sanitaria intensificó las inspecciones en los criaderos de porcinos de los distritos de Sapallanga y El Tambo en la provincia de Huancayo, donde se priorizó la desinfección de todas las instalaciones de los predios y la ejecución de medidas de bioseguridad.
Las acciones realizadas están enmarcadas dentro del programa de control, vacunación y erradicación que busca eliminar la Peste Porcina Clásica (PPC) del país.
La PPC es causada por un virus que afecta a los cerdos de todas las edades, tanto domésticos como salvajes, no es una enfermedad transmisible a las personas, sin embargo, causa grandes pérdidas económicas a los pequeños productores al no disponer de estos animales como medios de subsistencia.
La forma más común de transmisión es mediante el contacto directo entre animales infectados (en la fase aguda o portadores) y animales sanos, a través de secreciones, excreciones, semen, sangre.
