El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa intensificó en Puno las labores de vigilancia zoosanitaria del ganado porcino para la prevención de enfermedades de importancia sanitaria y de rápida difusión, como la Peste Porcina Clásica (PPC) y el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS).
La autoridad sanitaria inició el monitoreo de circulación del virus de PPC en porcinos reproductores de descarte sacrificados en mataderos durante el 2017, cuya actividad implica la toma mensual de cinco muestras de porcinos mayores de dos años en camales autorizados de la región, para el descarte de PPC. El objetivo es determinar la circulación del virus.
Este trabajo se desarrolla de manera complementaria a las campañas anuales de vacunación que lideran los servidores del campo del Senasa. La vacuna es la forma más efectiva de prevenir, controlar y erradicar esta enfermedad, y se recomienda aplicar cada seis meses a cerdos mayores de 45 días de nacido.
Las campañas de vacunación son complementadas, además, con actividades de vigilancia epidemiológica, control de tránsito de cerdos, productos y subproductos, y la capacitación a los productores.
En Puno, la crianza de porcinos es de traspatio y representa la caja chica de la familia productora pecuaria o agrícola.
Peste Porcina Clásica
Es una enfermedad endémica en el Perú, capaz de conllevar pérdidas económicas elevadas por su rápida difusión y contagio, alta morbilidad y mortalidad, atacando a cerdos de todas las edades, sean domésticos o salvajes. Se transmite por vía oral u oro nasal, por contacto directo entre individuos (secreciones, semen, leche) o indirecto a través de fómites; también se puede transmitir vía transplacentaria al feto.
A la fecha no se han registrado casos positivos de PPC en Puno. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) considera a la PPC como una enfermedad de grandes problemas sanitarios a nivel mundial y la califica de notificación obligatoria.
PRRS
También llamada enfermedad de la oreja azul, tiene origen en un virus que se caracteriza por su gran capacidad para mutar y matar las células del animal enfermo, hasta dejarlo vulnerable a la proliferación de bacterias y otros virus que causan daño al sistema respiratorio.
El virus del PRRS, que se presenta de manera aguda y crónica, conlleva a abortos y muerte de lechones.
