Como parte del plan anual de monitoreo de residuos químicos y otros contaminantes en alimentos agropecuarios primarios de origen vegetal, animal y piensos, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA San Martín, a través del área de Insumos Agropecuarios e Inocuidad Agroalimentaria realizó la toma de muestras en cuatro mataderos de la región San Martín a fin de descartar la presencia de residuos tóxicos o microorganismos en los alimentos destinados al consumo humano.
Fuente: SENASA
Las medidas de monitoreo consistieron en recoger varias tomas de muestras en alimentos cárnicos en cada uno de los mataderos para el análisis de residuos tóxicos y microbiológicos en los laboratorios de SENASA en la sede de Lima. Estas actividades se efectuaron en centros de faenamiento de animales ubicados en las provincias de Bellavista, San Martín, El Dorado (San José de Sisa) y Rioja (Nueva Cajamarca).
Asimismo, en el distrito de San José de Sisa y en la zona del Altomayo, especialistas del área de Insumos Agropecuarios e Inocuidad Agroalimentaria efectuaron la toma de muestras en campos de cultivo de naranjas y café a fin de monitorear el uso y manejo adecuado de plaguicidas en los cultivos y comprobar la contaminación microbiológica.
En mayo de este año, SENASA San Martín ejecutó la toma de muestras en cultivos de plátanos, tomates y mandarinas en las provincias de Lamas, Rioja y El Dorado, además, recogió muestras en los centros de beneficio de aves ubicados en las ciudades de Tarapoto y Moyobamba y en el matadero municipal de Bellavista.
Cabe indicar que, SENASA tiene competencia exclusiva en el aspecto técnico, normativo y de vigilancia en materia de inocuidad de los alimentos agropecuarios de producción y procesamiento primario destinados al consumo humano y piensos, de producción nacional o extranjera, y que ejerce sus competencias a través de la inocuidad de la producción agropecuaria.
Finalmente, el Artículo 15º del Decreto Supremo Nº 004-2011- AG, ´Reglamento de Inocuidad Agroalimentaria´ establece que los alimentos agropecuarios primarios que se consuman en el mercado nacional, incluyendo los importados, no deben exceder los límites máximos permisibles de residuos químicos y otros contaminantes, fijados en la norma nacional o en ausencia de ésta, los establecidos por el Codex Alimentarius.