El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, a través del SENASA, firmó acuerdos de Cooperación Interinstitucional con la Municipalidad Distrital de Buenos Aires, provincia de Morropón, para articular acciones orientadas a erradicar las moscas de la fruta en la zona.
La Mosca de la Fruta es la plaga de mayor impacto en la fruticultura nacional, ya que el daño que realiza afecta considerablemente la producción de frutas, reduciendo los ingresos de los pequeños productores, por lo que erradicándola se generarían cambios positivos en la calidad de vida de las familias del campo.
¿Cómo afecta a los frutos?
El efecto de la picadura de la mosca (hembra) sobre el fruto, para la oviposición, genera condiciones para el ingreso de hongos y bacterias que descomponen la pulpa. Adicional a ello, los huevecillos que pone este insecto se convierten en larvas que se alimentan de la pulpa del fruto. Estos frutos al estar en contacto con las larvas se contaminan con microorganismos, dejándolas no aptas para el consumo, originando grandes pérdidas económicas.
La erradicación de esta plaga será beneficiosa para los pequeños productores de este distrito, que buscan posicionar sus productos como mangos, ciruelas, naranjas, papayas en los mercados internacionales, así como abastecer la demanda nacional con fruta sana.
El Proyecto de Erradicación de la plaga Mosca IV, que ejecuta el SENASA tiene como fin, al 2023, declarar áreas libres de moscas de la fruta a la región Piura, incluyendo la provincia de Morropón.
A la fecha, el SENASA ha firmado acuerdos de cooperación con 13 gobiernos locales con los que trabajará de la mano. Mediante estas alianzas se busca optimizar la campaña informativa del proyecto, pero sobre todo concientizar a los hombres y mujeres del campo, y a la población en general sobre la importancia de erradicar esta plaga.
El SENASA ya coordinó el plan de acción con los municipios para iniciar la etapa de supresión y control proyectada para el mes de junio de este año. Para esta etapa, los productores tendrán la responsabilidad de ejecutar las labores de control integrado con énfasis en el control mecánico cultural en sus campos, tal como recoger y enterrar frutos caídos, podas, etc.