Con la finalidad de prevenir brotes de peste porcina clásica (PPC) en la región Lambayeque, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria- Senasa, organismo adscrito al Minagri, intensificó la campaña de vacunación preventiva de animales dirigido a predios ganaderos de crianza familiar.
En esta parte del país se practican algunos hábitos inapropiados para la conservación sanitaria de los cerdos que pueden dar origen al brote y propagación de la viral enfermedad peste porcina. Por este motivo, en lo que va del año el Senasa vacunó a 35,000 cerdos y capacitó en buenas prácticas ganaderas a 192 medianos y pequeños productores.
La enfermedad se transmite por el contacto directo entre los animales infectados y sanos y a través de la orina, sudor, semen y sangre. Los cerdos también pueden adquirir la PPC mediante el contacto de herramientas, vehículos, ropa, calzado y vectores como insectos y roedores.
La vacunación se realiza como una medida preventiva que ayuda a los medianos y pequeños productores a proteger sus animales. La vacunación se aplica a cerdos mayores de 45 días de nacidos y cada seis meses (dos veces al año).
La campaña se ejecutará durante todo el año, en los 38 distritos de la región, con énfasis en las zonas de mayor actividad porcicultora, como son las granjas tecnificadas, y en los corrales de los pequeños ganaderos, quienes financian su canasta familiar con la crianza de cerdos.
Los vacunadores, además de inmunizar a los animales, también cumplen la labor de verificar el calendario de las vacunaciones, atender los reportes de cerdos enfermos y realizar las coordinaciones con las autoridades locales. A través de ellos se logra llegar a la mayoría de predios de crianza familiar.
En la región Lambayeque, la crianza familiar o de traspatio de cerdos está destinada para el autoconsumo, venta de carne en las ferias y mercados de los centros poblados y caseríos. Esta actividad implica que los porcicultores consideren aspectos de sanidad, higiene y bioseguridad en su crianza.
Con esa finalidad, el Senasa también les imparte conocimiento de bienestar animal, bioseguridad e higiene para mantener a sus animales sanos y, con ello, la actividad porcicultora sea más rentable para los productores.