La presencia de roedores en las zonas rurales del Perú afecta entre el 8 y 10% de los cultivos agrícolas. En Cusco, esta plaga impacta en las cosechas de maíz, habas, hortalizas, cebada, trigo y papa, que son el sustento de las familias del campo, generando pérdidas económicas.
Ante la presencia de esta plaga, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, realizaron labores de vigilancia y control de la plaga junto a la población y las autoridades locales y regionales.
De enero a agosto de 2017, se realizó la prospección y evaluación de 403 hectáreas de cultivo, el control de 99 hectáreas y la capacitación en el manejo integrado de roedores a 540 productores vinculados a la actividad agrícola de las provincias de Anta, Paruro, Urubamba, Chumbivilcas, Acomayo, La Convención y Calca.
Para realizar las actividades de prospección, la entidad sanitaria instaló trampas Tomahawk (jaulas de captura de roedores vivos) en campos de cultivo y almacenes. Estas trampas se rotan sistemáticamente y permiten evaluar la incidencia de la plaga y adoptar medidas oportunas en el control.
En estas labores es primordial la participación de los agricultores, capacitados por el Senasa, que están comprometidos en liderar las acciones para evitar la proliferación de la plaga y mejorar la actividad agraria en la región.
Roedores
Los factores que generan el incremento de esta plaga son las malas condiciones de producción e higiene (no limpiar los canales de regadío y el desorden) y el inadecuado almacenamiento de productos.
El Senasa insta a los agricultores que, ante la presencia de roedores, den aviso a los servidores del campos para hacer efectiva las medidas de control.
