El Senasa desarrolla sus actividades en campo promoviendo las acciones de prospección, evaluación y manejo integrado, como el control cultural, mecánico, etológico y químico, a fin de prevenir y controlar la plaga de langostas.
La instalación de cebo tóxico es una de las alternativas que ha implementado el Senasa para controlar plagas como la langosta, enfocado en una agricultura sana y ecológica, que no daña al medio ambiente ni atenta contra la salud de las personas.
El cebo tóxico es una de las alternativas del control etológico que promueve el Senasa, el cual consiste en utilizar métodos de represión aprovechando las reacciones de comportamiento de los insectos, utilizando sustancias que estimulan la ingestión del atrayente alimenticio.
La preparación del cebo tóxico es a base de melaza de caña de azúcar, insecticida y bagazo de caña, los cuales son mezclados en un recipiente y finalmente ubicados en zonas con vegetación. Esta acción tiene por finalidad disminuir la población de la plaga de langosta en estado adulto, minimizando el impacto sobre el medio ambiente.
Las acciones ejecutadas por los productores de las localidades de Ocopa, Vista Alegre y Huacahurara, perteneciente a los distritos de Pacaycasa y Quinua (provincia de Huamanga), son un claro ejemplo de organización para el desarrollo de acciones de control de la plaga.
Los valles de las provincias de Huamanga, Huanta, Cangallo, Víctor Fajardo, Vilcas Huaman, Páucar del Sara Sara, La Mar y Sucre son sectores cuya presencia y población de la plaga de langosta era significativa y a la fecha se ha controlado.
La langosta (Schistocerca piceifrons peruviana) es una especie que se encuentra en los valles interandinos de la región Ayacucho y es considerado como una de las plagas que mayor daño ocasiona en la agricultura, el cual puede llegar a consumir hectáreas de campos de cultivo. Las langostas se caracterizan por su gran facilidad para migrar de un sitio a otro y se reproducen rápidamente.
