Los especialistas en sanidad agraria del MINAGRI visitaron los principales establos lecheros de la región Ica para explicar a los productores sobre las buenas prácticas ganaderas, a fin de mejorar su producción y la obtención de productos sanos e inocuos.
Destacaron que, para prevenir las enfermedades zoonóticas, los productores deben realizar el control del ingreso y egreso de animales, permitiendo el ingreso únicamente de animales cuya condición sanitaria esté certificada por la autoridad sanitaria nacional.
Los ganaderos también deben establecer un plan de limpieza y desinfección de las instalaciones, equipos y utensilios, considerando el método, los agentes de limpieza y esterilización, así como la frecuencia y periodo de ejecución.
Para prevenir plagas como roedores, insectos y fauna nociva, el Senasa recomendó realizar la evaluación de riesgos en los alrededores de las explotaciones ganaderas. Este control puede realizarse con medios físicos, biológicos y/o productos químicos registrados con la autoridad sanitaria, previniendo la contaminación de los alimentos para consumo animal y los impactos ambientales.
Asimismo, contar con un programa eficaz de gestión sanitaria del rebaño que incluya utilizar productos químicos y medicamentos veterinarios registrados por la autoridad sanitaria, y ser usados según la prescripción del médico veterinario.
En cuanto a la higiene del agua, el programa de limpieza y desinfección debe considerar el control de los reservorios, depósitos de agua, bebederos y abrevaderos.
Buenas prácticas ganaderas
Las BPG son un conjunto de acciones involucradas en la producción primaria y transporte de productos alimenticios de origen pecuario, orientados a asegurar la inocuidad de los alimentos, minimizando el impacto que las prácticas pecuarias tienen sobre el medio ambiente.
Con las buenas prácticas en la explotación también se asegura que la leche es producida por animales sanos, de manera responsable y sostenible desde el punto de vista del bienestar animal, social, económico y medioambiental. Así pues, la aplicación de buenas prácticas en las explotaciones resulta una buena gestión del riesgo a corto y largo plazo en la empresa láctea.