La granada es una fruta que a nivel mundial ha generado mucho interés por la gran cantidad de antioxidantes que posee y, aunque su consumo en el Perú no es abundante, está experimentando un crecimiento considerable en su producción.
El acceso de la granada al mercado de Estados Unidos, aprobado en junio por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), ha generado nuevas expectativas e interesantes oportunidades para la exportación de esta fruta, tanto fresca como en presentaciones con valor agregado.
La región Áncash, sumándose a este crecimiento productivo, logrando la certificación de los primeros 855 kilogramos de arilos frescos de granada con destino a Estados Unidos.
A través de las certificaciones fitosanitarias, el Senasa inspecciona la fruta previo al embarque para asegurar la ausencia de plagas cuarentenarias de acuerdo al protocolo de inspección y muestreo establecidos en el plan de trabajo entre ambos países.
Además, para mitigar el riesgo asociado con las plagas cuarentenarias del complejo de Anastrepha spp. y Ceratitis capitata (moscas de la fruta), el envío debe ser irradiado con una dosis absorbida mínima de 150 Gy para ser aplicada de acuerdo con 7 CFR 305.9, en una instalación de irradiación certificada por el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS), en Estados Unidos.
El tratamiento por irradiación previene la emergencia de moscas de la fruta adultas. Ésta causa neutralización (muerte, esterilización o cesación de la adultez) de otras plagas objetivo establecidas por APHIS.
El productor peruano posee una gran ventaja, ya que la cosecha de granada peruana se realiza durante los meses de marzo hasta fines de mayo en comparación con la estadounidense, que va de octubre a enero, oportunidad para los exportadores peruanos de proveer a un mercado ansioso de productos de buena calidad.