Como parte de las actividades de vigilancia en hatos libres de Brucelosis bovina, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, realiza la toma de muestras de leche con el objetivo de garantizar la inocuidad del producto primario (leche fresca entera) y salvaguardar la salud de los consumidores.
La Brucelosis bovina es una enfermedad infecciosa, zoonótica, de distribución mundial y de gran importancia económica. El impacto económico en el sector pecuario se debe a la reducción en la fertilidad del hato, esterilidad, abortos, nacimiento de terneros débiles, orquitis, epididimitis y disminución de la población bovina por sacrificio de reactores.
En ese sentido, los servidores del campo colectan muestras y remiten al Laboratorio Oficial del Senasa para que, a través de la prueba de ELISA indirecta, determinen o descarten la presencia de anticuerpos de brucela bovina en la producción lechera de la granja (hato) evaluada.
En la región Áncash se ha logrado certificar hatos libres de esta enfermedad en las provincias de Casma, Santa, Carlos Fermín Fitzcarrald y Yungay, sectores evaluados a solicitud de los productores.
Además del muestreo de leche, el Senasa ejecuta jornadas de monitoreo serológico de la enfermedad en las 20 provincias de la región.
La autoridad sanitaria recomienda a los ganaderos solicitar la prueba diagnóstica para el descarte de Brucelosis bovina en su ganado y evitar el consumo de leche cruda o quesos frescos de rebaños que no cuenten con la certificación de la autoridad sanitaria.
Cabe recordar que, además de ser un problema económico en la industria pecuaria, es también un problema de salud pública por el riesgo de contagio para las personas que trabajan con el ganado, así como para los consumidores de productos contaminados que proceden de animales enfermos, aún de animales asintomáticos.