El Servicio Nacional de Sanidad Agraria –SENASA, institución adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego, verificó las condiciones sanitarias en las que operan los establecimientos de procesamiento primario de alimentos destinados al consumo humano de la región San Martín.
Se conoce como establecimiento de procesamiento primario a las empresas donde se procesa alimentos, pero sin llegar a la transformación del producto. Solo se consideran el limpiado, corte, selección, partido, rebanado, deshuesado, picado, pelado, congelado, empaque y etiquetado, entre otras, que no implican intervención del producto.
En la región San Martín, el SENASA tiene registrados 23 establecimientos autorizados, dedicados al procesamiento primario de granos, carnes y huevos, los cuales son inspeccionados de manera regular, incluso durante la cuarentena, para asegurar la inocuidad de los alimentos que se destinan a supermercados, mercados y bodegas.
Dentro de la clasificación de granos, se cuenta con procesado primario de cereales y menestras, sometidos a procesos de zarandeo, selección, empaque y etiquetado, las cuales se destinan -principalmente- al programa gubernamental Qali Warma y bodegas de la región.
En cuanto a carnes, se tiene establecimientos autorizados que trabajan con carne de pollo, vacuno y cerdo, que son sometidos al proceso de corte, molido, empaque, almacenado y etiquetado de manera segura e inocua, antes de ser comercializados en supermercados y bodegas. Algo similar ocurre en el caso de los huevos, que se destinan a mercados y supermercados.
Paralelamente, la autoridad en sanidad agraria viene realizando auditorias a dos establecimientos que están en proceso de formalización, en Tarapoto: uno, dedicado al procesado primario de verduras y frutas; y el otro, de granos.
El SENASA informó que estos dos establecimientos deben ajustarse al Reglamento de Inocuidad Agroalimentaria aprobado por Decreto Supremo N° 004-2011-AG, de manera que elaboren y se ajusten a los manuales de buenas prácticas (como el de Buenas Prácticas de Manufactura), para obtener la autorización correspondiente.
Cabe precisar que las acciones para mejorar la inocuidad agroalimentaria son permanentes, pero desde el año pasado se intensificaron gracias al Programa de Desarrollo de Sanidad Agraria e Inocuidad Agroalimentaria – PRODESA, que se desarrollará hasta el 2023.