Como parte de las actividades de vigilancia fitosanitaria en cultivos de importancia económica, el MINAGRI, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, evaluó la presencia de plagas en 900 hectáreas de café en San Martín.
La región San Martín, de acuerdo a información del Ministerio de Agricultura y Riego, lidera la producción nacional con un 33%, seguida de Cajamarca con 18%, Junín con 16% y Amazonas con 14%; cifra que la pone por delante en la exportación a 48 países, entre los que figuran Estados Unidos, Alemania y Bélgica.
El cafeto es una planta sensible a la presencia de plagas. Por ello, el Senasa, a través del Programa de Manejo Integrado de Plagas (MIP) Café tiene cobertura en predios representativos de las provincias de Moyobamba, Rioja, Lamas, Huallaga, Mariscal Cáceres, Bellavista, San Martín, El Dorado, Picota y Tocache.
Evaluación de plagas
La autoridad sanitaria tiene como meta anual realizar evaluaciones en 600 hectáreas de ‘áreas sin control’ y en 300 hectáreas consideradas dentro de las ‘Escuelas de Campo de Agricultores de Café’.
Precisamente, muchos de estos predios se ven afectados por plagas como la roya, la broca, el minador de hoja, el ojo de gallo, el arañero y la cercospora, enfermedades que se caracterizan, en su mayoría, por causar la caída prematura de las hojas infectadas y por perforar el fruto reduciendo el rendimiento y la calidad del grano.
Orientación a caficultores
En sus visitas, los servidores del campo realizan, en primera instancia, la identificación de las plagas en hojas y frutos. Estas se desarrollan frente al agricultor notificante, puesto que el principal objetivo es que él aprenda a diferenciar una plaga de la otra y comprobar la incidencia de la misma, a efectos de tener un panorama claro del problema que afecta a su predio.
En segunda instancia, la labor de los técnicos es recomendar medidas correctivas. Estas van desde la limpieza, poda, ventilación y abono, que tomadas en cuenta pueden reducir significativamente el uso (y abuso) de productos químicos.
Y es que uno de los principales objetivos del Senasa, como autoridad sanitaria, es conseguir una agricultura sostenible que no perjudique el medio ambiente ni la salud humana.
En ese sentido, los técnicos realizan técnicas agronómicas como el ‘compostaje’, la cual consiste en el uso de materia orgánica procedente de residuos agrícolas que son tratados para acelerar su descomposición y ser utilizados como fertilizante.
Otra técnica recomendada es la elaboración de ‘trampas para broca’. Considerada dentro del control etológico, esta trampa utiliza el café tostado y molido que, mezclado con alcohol metanol y etanol, funciona como un atrayente para la plaga.
Es importante mencionar que estas técnicas constituyen un gran aporte a los agricultores de bajos recursos, pues gracias a su utilización, ahorran en la compra de plaguicidas.
Escuelas de Campo de Agricultores
Paralelamente a las actividades de vigilancia fitosanitaria, los técnicos del MIP Café realizan Escuelas de Campo de Agricultores (ECA). En San Martín, esta metodología es aplicada con 600 caficultores que se graduarán como ‘expertos en manejo integrado de plagas de café’ a fines de este año.
San Martín cuenta con 19 ECA, cuyos asistentes participan desde inicios del corriente, con una frecuencia de una vez por mes, en charlas instructivas. Estas clases son teórico prácticas.
Dato
En el Perú se cultivan alrededor de 90 mil hectáreas certificadas de café orgánico.