No importa en dónde vivamos, cada aliento que tomamos proviene de la respiración del océano: del oxígeno producido por su fitoplancton y su rica vida de plantas marinas.
El océano es la fuente de nuestra vida. Y sus vastas profundidades albergan una gran diversidad de vida.
Fuente: Secretariat of the Convention on Biological Diversity
Pero la respiración del Océano – y nuestra respiración – está cada vez más asfixiada por la contaminación plástica.
Cada año, los plásticos matan a más de 100,000 animales marinos, aproximadamente un camión cargado de plásticos termina en el océano cada minuto.
¡Y se prevé que la basura plástica se triplique entre 2015 y 2025!
No debemos esperar a que los plásticos encuentren su camino hacia nuestros magníficos océanos para poder actuar.
Para mantener los pulmones azules de nuestro planeta llenos de aire fresco, debemos cuidar su salud.
Comencemos por negarnos a usar pajitas de plástico, bolsas de supermercado, utensilios de plástico, platos y tazas. Vamos a elegir cosméticos que no contienen microplásticos. Y participemos todos en la limpieza de los lugares naturales, playas, ríos, arroyos o parques cercanos, que pueden estar plagados de plástico.
¡Feliz Día Mundial de los Océanos!
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