El fenómeno climático en la región Piura ha originado escenarios propicios para la aparición y reproducción de la langostas – Shistocerca interrita, por lo que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, organismo adscrito del Ministerio de Agricultura y Riego, realiza evaluaciones de la plaga en el desierto de Sechura y norte de Mórrope.
Los servidores del campo del Senasa en Piura evaluaron la población de langostas adultas así como de ninfas; observaron la cantidad dentro de su área de dispersión, el estado en que se encuentran, es decir, en fase solitaria o en proceso gregario, y el daño ocasionado a la vegetación silvestre.
De los individuos colectados se pudo comprobar que algunos se encuentran en estado de transiens, los mismos que de no controlarse se pueden convertir en gregarias y peligrosas para los cultivos. El objetivo será bajar la población ninfal aplicando plaguicidas para evitar el desarrollo de la plaga, señaló Ricardo Solano Morales, especialista de Sanidad Vegetal del Senasa.
Precisamente, esta intervención estuvo dirigida a detectar posibles focos tras las intensas lluvias del fenómeno costero que ha originado el desarrollo de algunas especies vegetales como la soravilla que sirve de refugio a la plaga.
Cuando esta vegetación silvestre se reduce, las langostas aumentan su densidad, pudiendo convertirse en plaga, produciéndose su migración y afectando todo tipo de cultivos a su paso, explicó Solano Morales.
A diferencia de anteriores acciones de monitoreo realizadas, esta vez se encontró un significativo incremento de especímenes de langosta en estado ninfal, que se alimentaban de arbustos verdes, especialmente soravilla.
Los especialistas recomiendan a los productores mantenerse alertas para que notifiquen a la autoridad sanitaria el incremento o cambio de hábitos de estos insectos, que empiezan a ocasionar grandes daños cuando empiezan a gregar, es decir, a reunirse en enjambres, llamadas mangas o bandas.
Perteneciente al orden de los ortópteros, familia Acrididae, que incluye al menos unas 5,000 especies, las langostas pueden desplazarse a largas distancias en busca de alimento, afectando diversas zonas de cultivo. Su reproducción se ve favorecida por la presencia de abundante vegetación silvestre.