El Ministerio de Agricultura y Riego – MINAGRI y el Gobierno Regional de Cusco suscribieron un convenio mediante el cual se pondrá en marcha el programa de control de la mosca de la fruta en las provincias de Calca, Quispicanchi, La Convención y Paucartambo en beneficio de 39 mil familias de pequeños productores agrícolas.
El acuerdo fue suscrito en el Cusco por el ministro del sector, Gustavo Mostajo y el gobernador regional, Jean Paul Benavente. También participó del mismo, el jefe del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA, Pedro Molina, como organismo técnico y que desplazará personal en la ejecución del presente convenio.
Se busca fortalecer las medidas que permitan la baja prevalencia de la mosca de la fruta en selva y ceja de selva de la región en beneficio de las familias dedicadas a la producción frutícola, incrementando y asegurando ingresos sustentables.
A lo largo del proyecto (cuatro años), el SENASA destinará ocho millones de soles para las acciones de vigilancia, capacitará al personal profesional y técnico designado por el gobierno regional para la ejecución de las actividades del control integrado de Mosca de la Fruta y brindará la logística necesaria para la adquisición del insumo químico que permitirá el control de la plaga.
Durante su discurso, el ministro señaló que el sector no solo impulsa acciones de control de la mosca de la fruta, sino también proyectos de desarrollo productivo para alentar la producción frutícola de pitahaya, granadilla y otros, que tiene un enorme potencial en esas cuatro provincias cusqueñas.
“Tenemos no solo la pitahaya, la granadilla sino otros cultivos potenciales de la región podrán conquistar los mercados”, sostuvo el ministro.
Por su parte, el gobernador, Jean Paul Benavente, dijo que desde la asunción del cargo decidió retomar este proyecto heredado de la gestión anterior, y que constituye un apoyo importante al desarrollo de la agricultura de la región.
El jefe nacional del SENASA, Pedro Molina explicó que “el sistema de trampeo a instalarse en marzo, en todas las hectáreas frutícolas de intervención, permitirá contar con información estadística necesaria para establecer una estrategia de control (cultural, químico, mecánico)” de la plaga”.