El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA del Ministerio de Agricultura y Riego – MINAGRI, de manera articulada con 250 municipalidades, trabajan conjuntamente en la certificación de puestos de venta de alimentos agropecuarios primarios y piensos en las 25 regiones del país, para que puedan ser calificados como saludables.
Al 2018, esta labor de vigilancia sanitaria se intensificará en 54,686 comerciantes y a 20,639 vehículos de transporte de carnes, frutas, tubérculos y verduras que expenden y movilizan sus productos en 2,430 mercados de abasto de las principales ciudades del país.
Con recursos económicos del Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal del Ministerio de Economía y Finanzas, las Municipalidades verifican que los puestos de venta de frutas, hortalizas, tubérculos, granos y alimentos a granel; así como, carnes, menudencias y huevos cumplan con el adecuado uso de sus infraestructuras, las buenas prácticas en la manipulación e higiene en la comercialización de alimentos para el consumo humano.
En el proceso de venta existen riesgos al transportar, manipular y comercializar los productos, causando enfermedades infecciosas en los consumidores debido a la ingesta de alimentos contaminados por bacterias como Salmonella sp., o Escherichia coli.
Esta semana, las autoridades sanitarias de las Municipalidades de San Martín de Porres y Bellavista, junto al SENASA, verificaron en los puestos de venta que los pisos y paredes estén limpios y sin grietas, la limpieza y conservación de los alimentos, que se trabaje con agua potable, que cuenten con desague y electricidad, entre otros.
Además, instaron a los dueños evitar el ingreso de animales domésticos a los mercados por ser transmisores de plagas y enfermedades.
A fin de obtener la Certificación de puestos de venta saludables de alimentos agropecuarios primarios y piensos en mercados de abastos, recomendaron a los propietarios cambiar su infraestructura, iluminar sus puestos, corregir la indumentaria, promover la higiene de los manipuladores y el empleo de buenas prácticas, para proteger la vida y la salud de los consumidores.