El Servicio Nacional de Sanidad Agraria –Senasa, pequeños agricultores y la población en general sumaron esfuerzos para controlar y erradicar la plaga del caracol gigante africano (Achatina fulica), en Capirushari, uno de los centros poblados del distrito de Mazamari, provincia de Satipo, en Junín.
Las acciones del trabajo conjunto -implementadas por el Senasa- incluyen capacitaciones a los productores, faenas de recolección de la plaga y la aplicación directa de un producto químico (metaldehído) como parte del control integrado del caracol gigante.
La campaña de erradicación inició en febrero con el uso de 73 litros del producto químico aplicados en 125 hectáreas, pero se proyecta erradicar la plaga en 350 hectáreas del centro poblado. Para la aplicación de este producto, los servidores del campo, en coordinación con la autoridad local, organizaron brigadas de agricultores para la aplicación del químico en diferentes sectores.
Para medir la eficacia del producto, se realiza una evaluación dos semanas después de ser aplicado y se compara con la incidencia poblacional identificada antes de la fumigación. En los lugares donde anteriormente se ha intervenido con este químico, el nivel de incidencia de la plaga ha llegado a cero.
La tarea para controlar y erradicar al caracol gigante africano del centro poblado de Capirushari inicio en mayo 2016, mediante el desarrollo de charlas técnicas dirigidas a la población, incluidos el gobierno local, centros educativos, centros de salud, comités de agua y luz, con quienes posteriormente se trabajó el control cultural mecánico (faenas de recolección de caracol).
Este modo de trabajo conjunto ha permitido reducir notoriamente la presencia de estos moluscos perjudiciales para la agricultura, pasando a la identificación de 38 a 45 caracoles por metro cuadrado en el 2016, a 5 o 10 individuos por metro cuadrado en el 2017.
En Capirushari se produce cítricos y cacao, los cuales son de importancia económica para los pequeños productores que habitan este lugar. Los meses de mayor infestación oscilan entre octubre y abril, por la presencia de lluvias lo que genera condiciones climáticas favorables para el hábitat de la plaga, la cual representa un serio riesgo para la agricultura de la selva central del país.