El Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, fomenta el uso de controladores biológicos en pequeños y medianos productores de granadilla para proteger los cultivos de las plagas y disminuir los residuos tóxicos en alimentos producidos en la región Junín.
Los servidores del campo del Senasa visitan cultivos de granadilla con el objetivo de identificar las plagas que atacan a este fruto, como la secadera (Fusarium spp.), Botrytis, Nematodos y Alternaria, y promover métodos saludables y responsables con el medio ambiente, que permitan realizar un control más eficiente de las plagas (MIP).
En ese sentido, ante la creciente demanda de este cultivo a nivel nacional e internacional, y la apertura de nuevos mercados, los productores han mostrado mayor interés por el manejo de sus campos a través de controladores biológicos.
“Para poder exportar nos solicitan mejorar nuestro producto, pero sobre todo nos piden que sea orgánico”, señaló Jesús García, agricultor del distrito de Palca en la provincia de Tarma, propietario de ocho (8) hectáreas de este cultivo, donde utilizará por primera vez el hongo benéfico Trichoderma harzianum.
De manera complementaria, a través de charlas informativas, se les difunde la utilidad de los organismos benéficos y se les enseña la preparación y manejo adecuado, resaltando el uso de materiales de bioseguridad que correspondan (guantes, mascarilla).
En la región Junín se creó la denominada ‘Ruta de la granadilla’, que recorre las provincias de Concepción, Jauja y Chanchamayo, donde el Senasa realiza vigilancia fitosanitaria permanente para resguardar la producción de este producto.
El MINAGRI, a través del Senasa, continúa trabajando en coordinación con los gobiernos locales para superar las barreras sanitarias y fitosanitarias de este producto y promover su exportación en beneficio de pequeños y medianos productores de la región.