Con la finalidad de evaluar la situación sanitaria de la brucelosis caprina, enfermedad que puede poner en riesgo la salud de productores y consumidores de leche fresca y sub productos lácteos de Huancavelica, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria –Senasa, inició el monitoreo serológico para la recolección de 14 mil muestras de suero sanguíneo de ganado caprino.
Fuente: Senasa, Agencia Andina
Desde el mes de junio a la fecha, el Senasa realizó la toma de muestras sanguíneas a 7138 caprinos, teniendo como meta alcanzar las 14 mil hasta el mes de octubre, para beneficio de más de 300 pequeños y medianos criadores caprinos y productores que intervienen en la elaboración de derivados lácteos de leche de cabra de las provincias de Castrovirreyna, Huaytará, Churcampa y Tayacaja.
El resultado del monitoreo serológico permitirá identificar los rebaños positivos, orientar a los productores para el saneamiento de los mismos, identificar zonas afectadas por la enfermedad y establecer las estrategias de prevención y control para las provincias en evaluación.
“Las muestras recolectadas se procesaran inmediatamente, mediante la prueba de campo rosa de bengala. Si hay casos seropositivos, se identifica al animal y se espera el resultado de la prueba confirmatoria del laboratorio de sanidad animal del Senasa en Lima y, de resultar el animal positivo a esta prueba, se notificará y procederá a la eliminación del ganado infectado. Luego d esta actividad, a los productores se les entregará el certificado de prueba de diagnóstico de manera gratuita”, informó el responsable del programa de prevención y control de brucelosis caprina, Iván Sierra Aguayo.
La brucelosis caprina es una enfermedad producida por la bacteria Brucella melitensis que afecta principalmente a cabras, pero también a ovejas, causándoles aborto, nacimiento prematuro de la cría y mastitis.
Esta enfermedad también pone en peligro la salud del hombre por ser una zoonosis. La persona se infecta por contacto directo con abortos, placenta, secreciones vaginales y otros fluidos de animales enfermos, o de forma indirecta por consumo de leche cruda o queso fresco contaminado. La forma más importante de reducir el riesgo de brucelosis en humanos es comer únicamente productos lácteos pasteurizados.