Tenacidad, perseverancia y superación. Así puede resumirse parte de la historia de la pareja de emprendedores, Celinda Alanya y Yordan Gutiérrez, quienes combina de manera adecuada sus tareas y responsabilidades para la crianza de cerdos en el distrito de Matahuasi, en el Valle del Mantaro.
La pareja de jóvenes ha emprendido una pequeña granja de animales en plena pandemia de la Covid -19. Ellos necesitaban generar ingresos y en medio de la crisis nacen grandes oportunidades como resalta Celinda, mientras acaricia a sus cerditos recién nacidos.
En esta nueva situación familiar, SENASA ha puesto su granito de arena en su afán de atender a todos los pequeños productores con la vacunación de sus 50 cerdos contra la peste porcina clásica, enfermedad que ataca a los porcinos.
Historia de esfuerzo
Yordan y Celinda se conocieron entre los verdes campos y frondosos árboles del Valle del Mantaro. Como todo joven quisieron emprender un negocio para sobre salir de la crisis sanitaria que aqueja a muchas personas como ellos.
Un día mientras busca trabajo, Yordan, vio que su vecino criaba cerdos y los vendía a un buen precio. En la noche le comento a su pareja para iniciar una crianza de traspatio en un terreno que tenían desde hace algunos años.
“Fue difícil iniciar, pero al final lo logramos. Y ahora nuestra meta es contar con la autorización del SENASA. Con esta autorización daremos un paso agigantado puesto que en el Valle del Mantaro no hay granja autorizadas. Queremos ser una empresa reconocida en Huancayo y porque no, emprender nuevos retos”, enfatiza Celinda.
Las parejas de jóvenes quieren ampliar su granja para contar por lo menos con mil cerdos y expender en los principales mercados de la región. Ellos están tramitando los requisitos para ser reconocidos como una granja de Cerdos. Aún no saben el nombre de la granja, pero entre risas nos cuentan que quizá se llame amor al chancho.