El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa intensifica las labores de control de langostas (Schistocerca piceifrons peruviana) en las zonas endémicas de la región Cusco para evitar la gregarización y migración de este insecto a los cultivos agrícolas.
De enero a mayo de este año, el Senasa evaluó 1 450 hectáreas y controló 48 hectáreas afectadas en las provincias de Anta, Paruro, Chumbivilcas y La Convención, logrando detectar a tiempo los inicios de la formación de enjambres tanto de ninfas como de adultos.
La langosta migratoria es una plaga que amenaza los cultivos de distintos sectores productivos. Son capaces de consumir una cantidad equivalente al alimento que necesitan 2500 personas en un día, por lo que es considerada uno de los problemas fitosanitarios más importantes para la agricultura.
Los especímenes más jóvenes son llamados ‘ninfas’, que luego de pasar por cinco etapas llegan a ser adultas, caracterizándose por no tener desarrolladas sus alas totalmente. Se desplazan saltando gracias a la fuerte musculatura de sus patas posteriores y su color varía de acuerdo a su comportamiento solitario (verdes) o gregario (amarillas y negras).
La fase solitaria del insecto no representa riesgo para la agricultura, no obstante, al disminuir y escasear la vegetación silvestre pueden agruparse, migrar a las zonas agrícolas y causar daños.
El Senasa recomienda la notificación sobre la presencia de langostas o identificación de focos de agrupamiento de la plaga.