Erradicación de moscas de la fruta contribuirá al desarrollo sostenible de la fruticultura de Cajamarca

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El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA lidera las acciones fitosanitarias que permitirán erradicar las moscas de la fruta de los campos de frutas y hortalizas de la región Cajamarca, en beneficio de la pequeña agricultura.

Las acciones desplegadas han logrado disminuir significativamente la presencia de la plaga, logrando que a la fecha se capturen 230 moscas por semana en toda la zona de intervención del proyecto, cifra muy distante a la que se presentaba al inicio del proyecto en el año 2019, que registraba 151 874 moscas por semana.

La estrategia se ejecuta en más de 17 mil hectáreas hortofrutícolas, de las cuales el 49% se encuentra en fase de supresión y el 51% en erradicación; logros que benefician directa e indirectamente a 171 386 productores.

Grandes beneficios

Erradicar las moscas de la fruta tendrá un impacto económico muy significativo para esta emergente región que busca posicionarse en el sector agroexportador con sus principales productos como palta, mango, chirimoya, lúcuma, cítricos, uva y otros que son afectados por la plaga.

De esta manera, alrededor de 30 000 pequeños productores podrán cultivar una fruta sana, disminuyendo los sobrecostos de producción y comercialización; mejorar la productividad de sus campos y con el adecuado manejo integrado de la plaga reducirán el uso de plaguicidas en beneficio de la salud de los trabajadores agrarios, sus familias, consumidores finales y el medio ambiente.

Control Integrado de la plaga

Como parte de la estrategia de control y erradicación, el SENASA mantiene una red de vigilancia compuesta por 3 090 trampas que coberturan las zonas productivas de Chota, Cutervo, Zaña Chamán, Alto Jequetepeque y Crisnejas, contempladas en el proyecto.

Además, ejecuta el control químico en beneficio de pequeños productores que tienen parcelas de hasta cinco hectáreas y ha desplegado un equipo técnico que adiestra a los productores para que realicen de manera responsable las acciones de control cultural – mecánico que contempla el recojo y entierro de frutos caídos y/o malogrados; podas sanitarias y rastrillado de suelos, sumamente importantes para cortar el ciclo reproductivo de la plaga.

La ejecución óptima del control integrado dará como resultado la producción de frutos libres de gusanos e inocuos para su consumo nacional e internacional.