Desde el Estado llegamos a gente que necesita

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Elizabeth Hernández Calderón

Perfil. Es ingeniera agrónoma, integra el área del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) en Piura, dedicada a acabar con la mosca de la fruta. Tarea que dejó de lado para apoyar durante la emergencia la fumigación en Catacaos, tan necesaria para controlar la propagación del dengue.

Fuente: Senasa.HernandezEl Peruano

De Santa Clara, en Sechura, recuerda la parcela de algodón que sus padres cuidaron con tanta dedicación. Don Pablo ahuyentaba a la pequeña Elizabeth de los trabajos bruscos del campo, pero nunca pudo alejarla de los sentimientos nobles –que le enseñó sin proponérselo– hacia las plantas y cultivos de esa tierra piurana. Ser ingeniera agrónoma fue su manera de continuar con ese legado, y trascender la historia familiar.

Elizabeth Hernández Calderón trabaja en el área de Sanidad Vegetal del Senasa. Allí su especialidad es combatir la mosca de la fruta, un bicho maligno que fecunda sus huevecillos en la pulpa de mangos, uvas o paltas que se cultivan en los valles de Castilla y de Chulucanas para ser exportados. Al crecer, las larvas devoran el interior del fruto y dañan la pulpa para siempre.

Durante todo el año, ella vigila porque la mosca aparece siempre por los campos antes y después de las cosechas. Recorre el Medio Piura y el Alto Piura para verificar si los agricultores colocan las trampas para capturarla y cumplen con los lineamientos de protección del Senasa para evitar la aparición de las plagas.

“Formo parte del equipo que asesora a productores y empresarios para controlar la presencia de la mosca de la fruta, pues si no cumplen las normas, no podrán vender sus cosechas fuera. Estados Unidos no permite el ingreso de nada que amenace la salud de sus ciudadanos”, cuenta.

De plagas y epidemias

Esta experta que cuida el patrimonio fitosanitario del norte se sumó a la campaña para detener el dengue. No lo hizo sola. Jefes de área, ingenieros, técnicos del Senasa se solidarizaron con sus paisanos afectados por el desborde del río Piura la tarde del 27 de marzo.

Ella fue responsable de la brigada de Catacaos, conformada por los técnicos de la mosca de la fruta. Su función fue coordinar con personal del municipio el mapeo de las calles a las que tenían que fumigar las viviendas. Del 11 al 28 de abril, recuerda, llegaron a más de 4,500 casas.

“Fueron momentos muy intensos para nosotros, sabíamos que estábamos en plena epidemia. Gracias a la calidad humana de nuestra gente, nos identificamos con nuestros paisanos. Con las motobombas y los termonebulizadores que nos entregaron, apoyamos sin límites por nuestra Piura”, sostiene.

Mujer del campo

Elizabeth es mujer de trabajo, pero no dentro de cuatro paredes porque eso limita su pasión por el agro. Así que su función de vigilancia le cae como anillo al dedo. Sale feliz a orientar a los agricultores, a los viejos, que le enseñan tanto a leer las nubes y el cielo, sobre la importancia de colocar las trampas para esa mala mosca.

“Desde el Estado podemos llegar a la gente que realmente lo necesita. Para mí el campo es maravilloso, no me hallo en una oficina. Viajar, caminar por la tierra de los agricultores me sienta bien, cuidar las plantaciones de la presencia de plagas me reconforta. Luego de la emergencia, entendí que las entidades del Estado debemos estar preparadas para todo. Y Senasa lo está”, señala orgullosa.

Hoja de vida

Es ingeniera agrónoma formada en la Universidad Nacional de Piura (UNP).

desarrolla su plan de tesis para obtener la Maestría en Agricultura Sostenible para Agroexportación de la UNP.

Estudió Diplomado de Gestión Pública en la Universidad Nacional de Trujillo (UNT).