A fin de detectar oportunamente la presencia de roedores, evitar daños en los cultivos y pérdidas económicas en la agricultura, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria –Senasa, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego, continúa con las labores de vigilancia y control de la plaga en Cusco, de manera conjunta y organizada con la población, autoridades locales y regionales.
De enero a junio de este año, el Senasa realizó la prospección y evaluación de 262 hectáreas agrícolas, el control de 66 hectáreas y la capacitación de 386 productores vinculados a la actividad agrícola en el manejo integrado de roedores, en las provincias de Anta, Paruro, Urubamba, Chumbivilcas, La Convención y Calca.
Para realizar las actividades de prospección, la autoridad sanitaria instala trampas Tomahawk (tubos de plástico) en campos de cultivo y almacenes. Estas trampas se rotan sistemáticamente y permiten evaluar la incidencia de la plaga y adoptar medidas oportunas en el control.
Para optimizar estas labores es primordial la participación de los agricultores capacitados por el Senasa, que están comprometidos en liderar las acciones para evitar la proliferación de la plaga y mejorar la actividad agraria en la región.
Roedores
La presencia de roedores en las zonas rurales del Perú afectan entre el 8 al 10% de los cultivos agrícolas. En Cusco, esta plaga daña cosechas de maíz, habas, hortalizas, cebada, trigo y papa, que son el sustento de las familias del campo, generando pérdidas económicas.
Los factores que generan el incremento de esta plaga son las malas condiciones de producción e higiene (no limpiar los canales de regadío y el desorden) y el inadecuado almacenamiento de productos.
El Senasa insta a los agricultores que, ante la presencia de roedores, den aviso a la oficina más cercana para ejecutar las medidas de control.