El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, organismo adscrito al MINAGRI, clausuró seis (06) Escuelas de Campo de Agricultores (ECA) para el Manejo Integrado de Plagas en el cultivo de Cafeto, donde participaron de 79 agricultores de los distritos de Salas y Cañaris.
Las Escuelas de campo se denominaron ‘Café Kerguerano’ del Centro Poblado de Kergues, ‘Upiashum Café’ del Centro Poblado de Penachí y ‘Mishke Canfinchike’ del C.P.M. Caracha, ubicados en el distrito de Salas. Asimismo, las ECA de los centros poblados de San Cristóbal, Moñuno y Corazón de Jesús, del distrito de Cañaris.
Durante un año, los agricultores asistieron a las sesiones teóricas y prácticas de las ECA, logrando su objetivo 55 productores, quienes fueron reconocidos como expertos en el Manejo Integrado de Plagas (MIP) en el cultivo del cafeto.
Las sesiones estuvieron orientadas al aprendizaje de las principales plagas que afectan al cafeto, con énfasis en el Manejo Integrado de Plagas y en la prevención y control de la roya amarilla.
En Salas y Cañaris existe alta humedad relativa y presencia de lluvias, lo que crea condiciones favorables para el desarrollo del hongo Hemileia vastatrix, causante de la roya amarilla del cafeto. Esta enfermedad presenta tres fases: la primera se denomina ‘lenta’ y aparece en los primeros meses de lluvia, aquí se pueden observar pequeños pigmentos amarillos en las hojas; la segunda fase se conoce como ‘rápida’, donde la mayoría de hojas presenta varias postulas amarillas y la infección se disemina a las demás plantas; la última fase es la ‘terminal’ y en ésta la enfermedad provoca la defoliación total de la planta de cafeto y la pérdida de la producción.
Para determinar la presencia de la enfermedad, los productores deben inspeccionar el cultivo periódicamente. A través de las Escuelas de Campo, aprendieron a diagnosticar, evaluar y aplicar las medidas de control de manera oportuna. Entre estas medidas tenemos el control cultural, en el cual se priorizan las podas, el abonamiento, la sombra y limpieza de campo.
La efectividad del control químico dependerá de la elección correcta del fungicida, el tiempo oportuno de aplicación y la técnica de aspergeado; asimismo el haber ejecutado previamente un adecuado control cultural.
Los agricultores también aprendieron a prevenir el ataque de roya amarilla, utilizando en su parcela fungicidas autorizados en la agricultura orgánica, como el Caldo sulfocálcico y Oxicloruro de cobre. La recomendación es utilizar 100 gramos de cobre para una mochila de 20 litros, teniendo en cuenta que para una hectárea se tiene un gasto de 200 litros del producto. Se recomienda que la aplicación aplicar estos fungicidas en los cortes y antes o después de la floración.
La enfermedad de la Roya amarilla provoca grandes pérdidas económicas a los productores si no es atendida a tiempo, por eso es importante que los productores conozcan y ejecuten estas medidas de control para evitar pérdidas en el cultivo.