En el primer semestre del año, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa vacunó 41 083 cerdos contra la Peste Porcina Clásica (PPC) en beneficio de 7 362 porcicultores de la región Ayacucho, informó el Ministerio de Agricultura y Riego.
En esta primera etapa, la campaña tiene un avance del 57.6% de la meta proyectada que estima la vacunación de 71 280 cerdos hasta el mes de diciembre.
La atención sanitaria se realiza de manera simultánea en las provincias de Cangallo, Huamanga, Huanca Sancos, Huanta, Lucanas, Parinacochas, Paucar del Sara Sara, Sucre, Víctor Fajardo y Vicashuaman.
Las jornadas sanitarias se desarrollan mediante el proyecto ‘Control y Erradicación de Enfermedades en Porcinos’, que busca controlar y erradicar brotes de la enfermedad, desde el año 2011.
Las labores sanitarias se complementan con labores de vigilancia epidemiológica, en la que se toman muestras de animales con sospecha de haber muerto por la enfermedad, para el diagnóstico en laboratorio.
Para fortalecer estas acciones, los servidores de campo del Senasa, adicionalmente, instruyeron a 437 criadores de traspatio y crianza familiar en el cuidado y manejo sanitario de los animales, como en el reconocimiento de la enfermedad.
Según el Reglamento del Sistema Sanitario Porcino, aprobado por el Decreto Supremo N° 002- 2010-AG, la vacunación es de carácter obligatorio. De esa manera, los porcicultores obtendrán el Certificado Oficial de Vacunación, requisito indispensable para gestionar el Certificado Sanitario de Tránsito Interno (CSTI) para que puedan movilizar y comercializar su ganado en el país.
La enfermedad
La Peste Porcina Clásica, también llamada cólera porcina, es contagiosa y de rápida diseminación, que ataca a los cerdos domésticos y salvajes. No se transmite al humano, pero hay que evitar el consumo de la carne procedente de animales muertos o sacrificados como medida sanitaria a causa de la enfermedad.
Nota
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la PPC es uno de los grandes problemas sanitarios a nivel mundial, convirtiéndose en una enfermedad de notificación obligatoria.