Arequipa produce alrededor de 180 mil pollos diarios, cifra que posiciona a la región en el octavo lugar de la escala nacional de producción cárnica. Este crecimiento se debe a una importante masa de productores que ven a la industria avícola como una fuente de ingresos para sus familias.
En ese sentido, a fin de proteger al sector, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, desarrolla programas sanitarios como la ‘Vacunación contra la enfermedad de Newcastle’, afección prevalente en el Perú que se presenta, principalmente, en aves de pelea y de traspatio, y que sin medidas de protección podría mermar la crianza comercial.
Es así que, a la fecha, los servidores del campo del Senasa vacunaron a 168 mil 900 aves de traspatio, superando la meta trazada para el año 2017.
La vacunación se realizó, principalmente, en las zonas costeras de Arequipa, Islay, Camaná y Caylloma.
La campaña de vacunación se desarrolla durante 8 meses (de febrero a setiembre), sin embargo, este año se amplió un mes más, es decir, hasta fines de octubre.
La enfermedad
El virus de la enfermedad de Newcastle (ENC) es uno de los patógenos de mayor importancia social y económica en la industria avícola, debido a su elevada morbilidad y mortalidad. Presenta un amplio rango de hospedadores y afecta a más de 240 especies aviares.
Los síntomas que presentan las aves enfermas son depresión, falta de apetito, signos respiratorios, diarrea de aspecto verdoso y signos nerviosos, que finalmente ocasionan la muerte del ave.
La transmisión y diseminación del virus se produce por el contacto directo entre aves afectadas y aves susceptibles. Las aves afectadas eliminan el virus a través de secreciones corporales, como las heces, las cuales son la principal fuente de propagación de cepas entéricas avirulentas.
Los servidores del campo del SENASA, además de cumplir con la vacunación, brindan orientación a los productores a través de charlas de capacitación y sensibilización sobre atención de notificaciones ante la sospecha de la enfemredad, control de brotes y movilización de aves, así como medidas de bioseguridad tales como limpieza y desinfección del predio, eliminación de cadáveres y desechos (plumas y guano) y cuarentena predial.
