• Acciones permiten la captura de 142 murciélagos hematófagos en su propio refugio.
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa del Ministerio de Agricultura y Riego, intensifica las acciones de vigilancia epidemiológica al inicio del 2017 en las zonas rurales de la región con el propósito de detectar a tiempo y dar respuesta temprana a los brotes de rabia de los herbívoros, en el marco de las medidas sanitarias de prevención y control de la enfermedad.
La rabia es transmitida al ganado bovino a través de la mordedura de los murciélagos hematófagos (vampiros), y la enfermedad evoluciona de manera progresiva y es letal dejando a su paso un alto costo social y económico. Tal como fue la tónica en el 2016, los servidores del campo del Senasa se mantienen alertas y continúan este año ejecutando de forma permanente las labores de vigilancia, con especial atención en las localidades altoandinas de difícil acceso para los productores pecuarios, con miras a reducir la incidencia de la rabia.
Un rol trascendental viene cumpliendo las brigadas de vigilancia conformadas por el Senasa, toda vez que en el segundo trimestre del 2016 identificaron un refugio en Masopampa, sector del distrito de Tapairihua, en la provincia de Aymaraes. A partir de ese momento, se reforzaron los trabajos de monitoreo y seguimiento a las evaluaciones de índices de mordedura al ganado de la zona permitiendo dar con la ubicación exacta de dicho refugio.
En la primera acción de control del 2017 en Apurímac, se capturó un total de 142 murciélagos hematófagos. Luego fueron liberados, pero antes se les aplicó ‘vampiricida’ ya que los murciélagos tienen la costumbre de acicalarse unos a otros y dentro de su refugio consumen el veneno, muriendo en grandes cantidades. Esta actividad es el fiel reflejo del trabajo sostenido del Senasa en Apurímac no por el considerable número de capturas sino por las coordinaciones permanentes que mantiene todo el año con las autoridades locales, líderes comunales y productores, dando un gran paso para el fortalecimiento de las brigadas.
Lo que busca la dirección de sanidad animal del Senasa, a través de la UBG `Prevención y control de la rabia’, es afianzar el sistema de vigilancia contra la enfermedad especialmente en los ecosistemas endémicos prioritarios como las zonas rurales que son de alto riesgo y donde existe el registro de brotes. También es importante cumplir al pie de la letra con el calendario de vacunación a los animales, ya que permite tener bajo control la rabia.
Los murciélagos hematófagos, portadores de la enfermedad, presentan rasgos físicos muy particulares: dientes incisivos pronunciados, nariz de cerdo y las orejas alargadas. Asimismo, los refugios de estos animales son profundos y se percibe un olor fétido, además presentan manchas de color negro en el suelo (como brea).