Para resguardar la sanidad de los cultivos y prevenir daños a la salud del agricultor y consumidores, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Senasa, promovió la aplicación del control biológico en 2 690 hectáreas ubicadas en la región Áncash.
El control biológico es un método de control de plagas que usa organismos y microorganismos benéficos, sustituye la aplicación de insumos agrícolas (plaguicidas) y contribuye a disminuir los residuos tóxicos en los alimentos, proteger la salud del agricultor (que realiza las aplicaciones) y la contaminación del medio ambiente.
Los especialistas en sanidad agraria del MINAGRI, durante las capacitaciones, recomiendan el uso de agentes biológicos que actúan de manera efectiva contra las plagas, previa identificación de las mismas y su efecto sobre los cultivos.
En la región Áncash, el uso del control biológico para el manejo integrado de plagas se ha desarrollado principalmente en provincias como Huarmey, Huaylas, Huaraz, Carhuaz, Santa y Casma, con resultados favorables en cultivos de arándano, espárrago, caña de azúcar, palto y tara.
A través de las acciones de capacitación y asesoramiento desarrollado por los especialistas, se busca intensificar el uso de este método en los principales cultivos y valles agrícolas del país como alternativa al control químico de las plagas agrícolas.
En sus 25 años de creación, el Senasa ha ejecutado con éxito esta técnica, logrando que existan más de 14 mil hectáreas certificadas donde se implementa el control biológico.
Mediante la certificación de fundos verdes que aplican el control biológico, la autoridad sanitaria ha logrado la reducción de costos, evitar la aparición o resurgencia de plagas secundarias, cuidar la salud de las personas e impulsar el interés de productos nacionales en los mercados mundiales.