El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa intensifica las labores de prospección y evaluación de la Langosta Migratoria (Schistocerca interrita Scudder), en las Provincias de Chiclayo, Ferreñafe y Lambayeque, sobre todo en los desiertos de los distritos de Olmos y Mórrope por considerarse zonas de alto riesgo para que aparezca la plaga.
Las condiciones climáticas (lluvias, temperatura y humedad), que se vienen dando en la región Lambayeque favorecen para que la población de langosta se incremente, debido a la abundante vegetación silvestre en el desierto, la cual les proporciona alimento y el ambiente adecuado para la oviposición.
La Langosta como plaga presenta tres fases de comportamiento, la fase solitaria, transiens y gregaria (agrupamiento de langosta); esta última puede manifestarse al finalizar un periodo de lluvias, la vegetación silvestre se escasea y los individuos de langostas se agrupan formando “mangas” que se desplazan a grandes distancias, devorando y ocasionando daño a cultivos y a la vegetación silvestre.
Según los últimos reportes de evaluación de enero y febrero del 2017, la población de la langosta migratoria se sigue encontrando en la fase solitaria en las zonas endémicas de Olmos y Morrope, y en esta fase la plaga no representa riesgo fitosanitario.
En lo que va del mes de marzo, se han capturado y evaluado langostas solitarias y no se ha observado cambios en su morfología.
Los especialistas del Senasa han extendido las actividades de prospección y evaluación de la plaga en las zonas desérticas que fueron afectadas por las inundaciones con el objetivo de prevenir una posible gregarización de la plaga mediante un control oportuno.
Paralelamente a los trabajos de vigilancia, el Senasa viene capacitando a los agricultores en el reconocimiento de la langosta migratoria, hábitos, daños y las medidas de control a realizar.
La autoridad sanitaria recomienda a los productores avisar si se presenta la plaga en sus cultivos.
