La Rabia: una enfermedad común a varias especies

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La vacunación es ejecutada por Senasa con participación del sector privado, habiéndose vacunado en el 2014 a 159,104 bovinos.

El Ministerio de Agricultura y Riego – MINAGRI a través del Senasa, ejecuta permanentemente actividades de prevención y control de la Rabia Silvestre que afecta al ganado en regiones de Amazonas, Cajamarca, San Martín, Huánuco, Ucayali, Cerro de Pasco, Junín, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Madre de Dios, Loreto, Puno y el VRAEM, donde se tienen registros de brotes de dicha enfermedad.

La rabia es una enfermedad viral del Sistema Nervioso Central que se encuentra difundida en todo el planeta, ataca a mamíferos, tanto domésticos como salvajes, incluyendo al ser humano. Es altamente mortal y se transmite por el ingreso del virus en el organismo del animal o de la persona, generalmente por lesiones en la piel, provocadas, en la mayoría de veces por la mordedura de un animal infectado que esté eliminando virus en la saliva.

rabia

Las estrategias para la prevención y control de rabia de origen silvestre en nuestro país, se fundamentan en la caracterización epidemiológica de la enfermedad, la implementación de medidas de control para reducir la población de murciélagos hematófagos en áreas seleccionadas, de acuerdo a los registros existentes en Senasa; el incremento de la vigilancia epidemiológica, la capacitación, la divulgación y la vacunación sistemática y masiva de bovinos ubicados en áreas de riesgo.

Distribución

Gracias a la alta capacidad de adaptación del virus a las diferentes especies de mamíferos, la enfermedad tiene amplia distribución mundial, estando presente en más de 150 países y causando la muerte de 55,000 personas al año, principalmente por mordedura de perros. El 95% de los casos humanos se presentan en los continentes de Asia y África (OPS/OMS).

Sintomatología

La enfermedad tiene un amplio periodo de incubación (tiempo desde el ingreso del virus al organismo hasta la manifestación de los primeros síntomas). En el ganado bovino se considera un promedio de 45 días, en el murciélago hematófago de 25 días y en perros y gatos de 10 días a 6 meses. En el ganado bovino se observa mayormente la forma paralítica de la enfermedad, caracterizada por una parálisis progresiva en los músculos de la garganta y de la masticación. El animal puede tener incapacidad para tragar y por consiguiente salivación abundante (signo característico de la enfermedad), puede haber parálisis facial o de la mandíbula inferior. Posteriormente, se presenta el andar tambaleante, arrastre de miembros anteriores y/o posteriores, caída del animal sin poder levantarse, y finalmente la muerte del animal por parálisis de la musculatura involucrada en la respiración. Desde que se inician los síntomas hasta la muerte del animal suelen pasar de 4 a 7 días.

Medidas de prevención

Los productores ganaderos de las zonas afectadas por la rabia silvestre, deben informar de forma inmediata al Senasa más cercano a su localidad cuando sospechen que la presencia de animales muertos en su rebaño se debe a problemas de rabia silvestre; la carne afectada por la rabia no se debe faenar ni consumir. La vacunación en ganado es ejecutada por el Senasa con participación de la actividad privada, habiéndose vacunado en el 2014 a 159,104 bovinos. La principal dificultad para la vacunación es el alto costo del biológico en el país, el desabastecimiento del mismo y la baja percepción del riesgo de la enfermedad. Uno de los pilares importantes de la prevención es la capacitación a los productores sobre las medidas sanitarias de prevención de la enfermedad en su ganadería.

Con el fin de fortalecer esta actividad, el Gobierno Peruano recibe el apoyo de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el proyecto “Fortalecimiento del sistema de prevención y control de la Rabia Paralítica Bovina, mediante participación comunitaria bajo el enfoque Una Salud” en el que participan además del Perú, los gobiernos de Bolivia, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Este proyecto permitirá además fortalecer la coordinación intersectorial con el Ministerio de Salud y otros socios estratégicos, además de ampliar las capacidades para la vigilancia epidemiológica. Es importante señalar que a fin de fortalecer la prevención y control de la enfermedad en los ámbitos afectados, es necesaria no solo la participación de los productores vacunando su ganado y participando en los grupos de brigadas para realizar la captura de vampiros hematófagos y su posterior control sino también el compromiso y participación de las Autoridades locales en estas acciones.