Apurímac: Acciones del Senasa y brigadas reducen incidencia de rabia

Se entregan materiales a brigadistas para la captura de murciélagos hematófagos.

1865

Vigilancia del Senasa reduce incidencia de rabia en PocohuancaEl Senasa Apurímac, del Ministerio de Agricultura, no baja la guardia en el último tramo del año e intensifica las labores de vigilancia epidemiológica en la región, permitiendo la reducción de la incidencia de rabia que afecta al ganado herbívoro y se propaga a través de la mordedura de los murciélagos hematófagos, portadores de la enfermedad.

Fuente: Senasa

Los servidores del campo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria -Senasa llegaron a la comunidad de Socosani, en Pocohuanca, distrito de la provincia apurimeña de Aymaraes, donde se identificó con anticipación un refugio y se procedió a realizar el control poblacional de murciélagos hematófagos, con la participación de autoridades locales, líderes comunales y productores pecuarios de la zona.

El Senasa desarrolla 10 jornadas de captura por mes y ha reforzado las acciones preventivas en las localidades rurales consideradas de alto riesgo. Este trabajo se complementa con la entrega de materiales de captura a las brigadas de vigilancia que tienen presencia en las comunidades más alejadas.

Los brigadistas reciben mallas, cascos y linternas para que apoyen en las tareas y también son capacitados en las actividades de prevención y control de la enfermedad en el marco de una permanente estrategia que aplica el Senasa con miras a que los productores eviten pérdidas económicas. Asimismo, son instruidos para que actúen en el procedimiento de captura de los murciélagos en sus propias cuevas.

Rony Sarmiento, técnico del ‘Programa de prevención y control de rabia’ del Senasa Apurímac, aseguró que las intervenciones estratégicas desarrolladas todo el 2016 están rindiendo sus frutos pues se verificó in situ la disminución de la incidencia de los brotes de la enfermedad.

También indicó que, pese a la distancia, el Senasa se mantiene alerta en las zonas donde existe el registro de brote de rabia y en los sectores rurales (por ser zonas endémicas) con el propósito de salvaguardar la producción bovina en las localidades altoandinas de Apurímac.

“Existe un avance en el control que se ve reflejada en la reducción de su incidencia porque los involucrados están cumpliendo con su rol”, remarcó.