Acciones de control de mosca de la fruta se despliega en más 229 mil hectáreas hortofrutícolas

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En contribución con el desarrollo de la agricultura familiar, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) anunció que las acciones de control de la plaga mosca de la fruta se vienen ejecutando en 229 150 hectáreas hortofrutícolas, en trabajo integrado con productores de 20 regiones del país.

El desarrollo de estas labores integradas ha permitido posicionar al país como uno de los principales exportadores de frutas en el mundo; reconociendo la participación de los productores en las labores de control cultural, que representan el 80% de las acciones más efectivas para el control de la plaga.

Para mantener a la mosca de la fruta en niveles de baja prevalencia, es fundamental el compromiso de los productores en la ejecución de labores culturales que no generan costos como recojo y entierro de frutos, rastrillado de suelos y podas sanitarias.

El control cultural está enfocado a desplegar acciones permanentes, orientadas a reducir los estados inmaduros de la plaga mosca de la fruta, tales como huevos, larvas y pupas. Entre las principales acciones se recomienda: recoger los frutos malogrados, en planta y suelo, para enterrarlos en un hoyo con una profundidad aproximada de 40 centímetros. Estas labores deben realizarse por lo menos dos veces por semana.

Estas labores se complementan con el rastrillado de suelo (debajo de la copa del árbol) que permite exponer las larvas y pupas a los rayos del sol, y a enemigos naturales como son los pájaros o gallinas, cuando se alimentan de ellas.

A fin de generar condiciones adversas para la alimentación y refugio del insecto adulto de la mosca de la fruta, también se debe realizar podas sanitarias; con mayor énfasis, después de la temporada de cosecha.

Erradicar esta plaga significa un ahorro anual para los productores hortofrutícolas de aproximadamente 1200 soles por hectárea; por ello, es importante que más productores se sigan sumando a esta labor, puesto que, aún existen productores que dejan sus campos olvidados, permitiendo que esta plaga encuentre condiciones favorables para reproducirse.