Ante la alerta formulada por la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios sobre el consumo de cebolla china con presencia de residuos químicos como pesticidas, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), entidad adscrita al MIDAGRI, informó que este producto, así como el tomate y las frutas, entre otros, podrían estar expuestos a este tipo de residuos, si es que el productor no respeta prolijamente el tiempo que debe transcurrir entre la última aplicación del plaguicida y la cosecha para que el residuo sea inferior al límite máximo.
El SENASA recordó que, de conformidad con lo dispuesto en la Ley N°27972 -Ley Orgánica de Municipalidades; “el control y vigilancia del comercio interno de alimentos agropecuarios de producción están a cargo de los gobiernos locales”. Acciones que, al parecer, no se vienen ejecutando, dejando así, la puerta abierta para que todo tipo de alimentos sean ofertados sin la inocuidad correspondiente.
Asimismo, esta entidad hizo un llamado a la tranquilidad a las familias peruanas, precisando que, no todas las cebollas chinas que se comercializan presentan residuos de plaguicidas ya que un gran sector de productores que participan de las escuelas de campo del SENASA tienen claro que se debe cumplir con el periodo de carencia y de esta forma garantizar que los alimentos que consumimos no causen daño a nuestra salud, es decir , que durante su producción se aplicaron medidas de higiene para reducir el riesgo de que los alimentos resulten contaminados.
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) tiene dentro de sus funciones, establecidas en el Sistema Nacional de Inocuidad, cumplir con la capacitación a los productores para el uso adecuado de plaguicidas y la consecuente producción de alimentos sanos y libres de contaminantes.
Desde el 2011, el SENASA ejecuta un plan anual de monitoreo de alimentos; con el cual, ha logrado determinar que una de las principales causas de aparición de residuos químicos en los alimentos se debe a que “el productor no respeta el periodo de carencia”, tiempo (en días) que debe transcurrir entre la última aplicación de un plaguicida y la cosecha de los productos agrícolas.
En ese sentido, la autoridad en sanidad agraria ha venido implementando una serie de acciones desde el campo; logrando capacitar a 14 264 productores agropecuarios mediante charlas convencionales y entrenar mediante “Escuelas de Campo” a 82 812 agricultores peruanos.
Como alternativa al uso de plaguicidas, el SENASA también ha implementado más de 100,000 hectáreas con controladores biológicos, y a su vez, se ha emprendido campañas informativas en los principales valles agrícolas del país.