Las acciones fitosanitarias para el control de moscas de la fruta que desarrolla el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del SENASA, están orientadas a proteger la producción de frutas, verduras y hortalizas de 171,386 hombres y mujeres del campo que son parte de la agricultura familiar de la sierra cajamarquina.
En este sentido, el SENASA reactivó en su totalidad la vigilancia fitosanitaria de moscas de la fruta en 17,106 hectáreas de cultivos hortofrutícolas hospedantes de la plaga, las que son monitoreadas en un área de 169,882 hectáreas cultivadas, distribuidas en 11 provincias de la región.
Dichas actividades se ejecutarán, adoptando las medidas de bioseguridad necesarias que demanda la emergencia sanitaria por la COVID-19, con el uso de mascarillas, guantes y guardando la distancia mínima.
El proyecto demanda un trabajo conjunto entre los productores y los servidores de campo del SENASA. Los primeros asumen el compromiso de aplicar el manejo integrado de plagas de moscas de la fruta en sus predios, en la medida que vayan siendo empoderados por los especialistas.
Mediante dicha articulación, Cajamarca obtendrá mejores resultados en la producción frutícola y mejores oportunidades para su comercialización, tanto en territorio nacional como internacional.
Los frutos cajamarquinos que traspasan fronteras hasta el momento son: mango, arándano, granadilla, palta y rocoto, procedente de pequeños productores organizados de San Pablo, Contumazá y Cajamarca, con destino a Bélgica, Alemania, EE.UU., Corea del Sur, Países Bajos, Italia y Francia.
Las principales rutas productivas de la región son los valles Alto Jequetepeque y Crisnejas que abarcan las provincias San Pablo, San Miguel, Cajamarca, Contumazá y Cajabamba. No obstante, las labores del proyecto PRODESA alcanzan a Chota, Hualgayoc, San Marcos, Celendín, Santa Cruz, Cutervo e incluso la provincial Bolívar (La Libertad).