El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, organismo adscrito al MINAGRI, y los habitantes del centro poblado San Regis, distrito de Saposoa, en la región San Martín, unieron esfuerzos para erradicar al caracol gigante africano (Achatina fulica) a través de recojo y eliminación.
Este molusco está dentro de la lista de las 100 especias exóticas invasoras más dañinas del mundo, y fue reportado en San Regis (comunidad productora de cacao, plátano, tomate, culantro y maní) desde junio del presente año, y, si bien es cierto hasta la fecha no representa una amenaza para la agricultura, el objetivo de la autoridad sanitaria es erradicarlo.
Los servidores del campo del Senasa, junto a la población, compuesta por autoridades como el alcalde, teniente gobernador, agricultores y habitantes en general, recorrieron la comunidad para la recolección de un aproximado de 120 kilogramos caracoles entre adultos y sus huevos en drenes, riberas y zonas agrícolas, los cuales fueron colocados en cilindros con agua y sal para su eliminación y posterior entierro.
Previamente, los especialistas de sanidad vegetal dieron una charla de orientación a los participantes y les proporcionaron equipos de protección como guantes, bolsas y linternas.
Según el jefe de área de Sanidad Vegetal en la Dirección Ejecutiva San Martín, Andrés Sixto Ponciano, Senasa realizará vigilancia constante, capacitación permanente y difusión de recomendaciones para orientar a las autoridades, productores y población, teniendo como objetivo evitar la diseminación de la plaga. La próxima intervención está programada para el 5 de setiembre.
El caracol gigante africano es una especie de la familia Achatinidae que devora cultivos y jardines, además de ser un diseminador de parásitos que afectan la salud humana. Como otras especies, es hermafrodita y se reproduce a gran velocidad. Es una plaga fácil de identificar por su gran tamaño, ya que un ejemplar de este molusco puede medir entre 10 y 15 centímetros.
La autoridad sanitaria recomienda a la población y productores evitar todo tipo de contacto con el caracol gigante africano, por lo que para su recolección se debe usar guantes de manera obligatoria, embolsarlos y colocarlos en depósitos de agua con sal o lejía, y finalmente enterrar los restos.
En las comunidades nativas, el Senasa evalúa los predios que son de importancia económica y de sustento para los pobladores. El caracol gigante africano se alimenta de hojas, frutos y tallos de cultivos que encuentra a su paso.