El Ministerio de Agricultura y Riego – MINAGRI, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, ejecuta permanentes acciones de prevención y control de rabia en la región Cusco, teniendo como principal medida la vacunación del ganado en zonas con población de murciélagos hematófagos.
Así, en los seis primeros meses del 2017, el Senaza alcanzó la vacunación de 9700 cabezas de ganado en ocho distritos de las provincias de Anta, Calca y La Convención.
Además, con el fin de realizar el control poblacional del murciélago hematófago, transmisor de esta enfermedad al ganado, se brindó capacitación a 257 productores sobre la identificación de síntomas de la rabia y la ejecución de medidas de control, a fin de que vacunen a su ganado en las campañas que ejecuta el Senasa.
Los servidores del campo, de manera conjunta con los ganaderos, realizan demostraciones de captura de murciélagos hematófagos, colocando mallas en puntos donde existen antecedentes de mordedura de ganado.
Tras la captura del animal, se le aplica una pasta vampiricida (Warfarina) en el cuerpo y luego es liberado. Debido a su comportamiento grupal, el murciélago vuelve a su refugio y al ser lamido por otros murciélagos, de manera involuntaria, la colonia perece.
El Senasa recomienda a los productores que, ante el incremento de mordeduras en su ganado o síntomas de la enfermedad, notifiquen de inmediato a la autoridad.
La enfermedad
La rabia es una enfermedad endémica en el Perú y es causada por un virus que afecta a animales domésticos y silvestres. Es altamente mortal y se caracteriza también por ser una zoonosis, es decir que se transmite al ser humano por contacto con la saliva infectada por mordeduras o arañazos.
Es transmitida por murciélagos hematófagos (vampiros), que se alimentan exclusivamente de sangre, tanto de animales domésticos como silvestres.
Generalmente, el primer signo de rabia en el ganado es una depresión generalizada característica de muchas infecciones virales, también se puede visualizar en el bovino una parálisis progresiva en los músculos de la garganta y la masticación, generando incapacidad del animal para tragar y abundante salivación (signo característico de la enfermedad).