La campaña de exportación de espárragos frescos en la región La Libertad ha marcado un buen inicio este 2018. El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, del Ministerio de Agricultura y Riego, anunció que durante el primer trimestre del año se registró la certificación de 1 652 toneladas de este producto con destino a diferentes mercados internacionales.
A través de la Certificación Fitosanitaria del Senasa, se garantiza el cumplimiento de las regulaciones fitosanitarias establecidas por mercados internacionales como Holanda, Chile, Brasil, Colombia, Australia, Corea del Sur, Japón, Panamá, EEUU, principales destinos del espárrago fresco.
El espárrago fresco es uno de los productos más importantes en la agroexportación de La Libertad, que alcanzó durante el 2017 las 3 884 toneladas exportadas. Por esta razón, es considerada de importancia económica en la región debido a la demanda de mano de obra e ingresos que genera.
De esta manera, para lograr consolidar la calidad e inocuidad del producto, el Senasa realiza un muestreo aleatorio del cargamento a enviar, donde se evalúa la presencia de plagas reguladas y demás requisitos establecidos por el país importador.
Cada país importador tiene requisitos fitosanitarios establecidos mediante un Plan de Trabajo bilateral, cuyo cumplimiento es obligatorio para la obtención del Certificado Fitosanitario, documento indispensable para la exportación de este y todos los productos de origen agropecuario.
Adicionalmente a esta actividad, los Servidores del Campo del Senasa realizan la certificación Sanitaria y Fitosanitaria de plantas empacadoras, la cual consiste en verificar el resguardo fitosanitario desde el ingreso de la materia prima, selección, empacado y almacenamiento de los espárragos frescos; para ello, la planta empacadora debe ser hermética con la finalidad de evitar el ingreso de insectos y otros contaminantes que puedan poner en riesgo los envíos de exportación de espárragos frescos.
Finalmente, verifican la trazabilidad del producto y la conservación del mismo; haciendo uso de las Buenas Prácticas de Higiene (BPH) y Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).
